Estimados amigos:
He recibido en estos días, tanto mensajes de felicitación por mi nombramiento, como de ánimos para abordar la tarea que nos espera a la Junta Directiva de la FEGAN en general, y a mí en particular.
Aunque no se haya celebrado la habitual elección por votación de la Asamblea, me honraría considerar que el máximo órgano de nuestra Federación me ha dado su respaldo, y que ha sido esta Asamblea la que ha dictado la elección de mi nombre para la Presidencia.
Y digo esto porque, por ello y con esa misma convicción, quiero manifestar que la Federación Gallega de Natación somos todos los que la formamos, desde su Presidente hasta el último de sus deportistas, pasando por las personas, por los clubes y por los órganos y estamentos que la constituyen para su buen funcionamiento. Sin ninguna otra diferencia más que la del nivel de responsabilidad asignado.
Por esta razón, insisto, considero y quiero pediros que no se vea a la FEGAN como un organismo algo lejano, casi ajeno, a los problemas, inquietudes y aspiraciones de los practicantes de cada una de las especialidades deportivas encuadradas en nuestra federación, o de los padres de cada uno de esos deportistas que viven con intensidad el deporte de sus hijos, o de los directivos de los clubes que soportan la no menos severa responsabilidad de dirigirlos y que desean lo mejor para los mismos, o de los árbitros que regulan la correcta práctica de la actividad deportiva, o de los técnicos que encauzan esa misma actividad, ó de las personas que asumen las diferentes tareas administrativas, etc., etc. Todos son –somos- como una prolongación viviente de nuestro órgano federativo y así nos debemos considerar.
Porque, al final, cuando a uno cualquiera de esos miembros de a pié de la FEGAN se le elige para alguna comisión, o para la Junta Directiva, o incluso para la Presidencia, no pasa a tener un estatus personal diferente, no accede a una especie de limbo exclusivo, sino que simplemente se le asigna una responsabilidad que asume con voluntariedad y que debe desempeñar con el objetivo de servir a toda la comunidad de este deporte. La FEGAN es un organismo al servicio de los deportistas y sus clubes formado, en definitiva, por personas elegidas dentro de ese mismo ámbito.
Por eso, cuando estos días atrás he recibido mi nombramiento, he tenido dos sentimientos principales: agradecimiento por la confianza otorgada y una abrumadora sensación por la responsabilidad contraída. Y ambos sentimientos los quiero hacer patentes hoy con este mensaje.
Os ruego pues aceptéis mi gratitud y seáis conscientes de que trataré –trataremos- de hacerlo lo mejor que sepamos y podamos.
Con afecto y respeto, vuestro amigo.
Carlos Bremón Pérez